Un Futuro en Acción: Espacios públicos

Por Mauro Casella

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Cuenta el abuelo que de niño él jugó
Entre árboles y risas y alcatraces de color
(...)
Dónde diablos jugarán los pobres niños?

Ay ay ay! en dónde jugarán

Se esta pudriendo el mundo

Ya no hay lugar
¿Dónde Jugarán los Niños?

Maná

Un espacio público es un lugar público. Un lugar de encuentros, de esparcimiento, de amores, de charlas, de historias.

El espacio público no es solo un espacio verde, es también el lugar donde se crea y recrea la historia y la cultura de la ciudad. Es el espacio de la política por excelencia, es el espacio donde ciudadanos libres se “encuentran” como iguales. En una ciudad la plaza, un parque, las calles recrean esos lugares.

Hoy los espacios públicos son lo contrario, representan la degradación, el peligro, la inseguridad y nuestra ciudad no está exenta de esta concepción. Ya no hay niños jugando en las plazas de los barrios, transitar por las calles es inseguro, no existen parques para el esparcimiento y los que existen están en estado crítico. Ejemplo de esto es el evidente el estado de abandono de la plazoleta Islas Malvinas de Parque Güemes, la total ausencia del Estado en la promoción y apoyo a la populosa feria que se realiza en la Plaza del Barrio Cabín 9, la ausencia de espacios verdes en Barrio Terraplén, Villa América, Talleres y Talleres Nuevos y falta de mantenimiento de las plazas principales, del Chanchódromo, La Chapera y de la plazoleta de barrio Evita.

Según el presupuesto 2006 el Estado municipal disponía de $25000 para el mantenimiento de plazas y paseos y un monto similar para parquización y forestación. Aún no sabemos cuanto es lo destinado en estos rubros en el presupuesto de este año y mucho menos en el del año próximo.

Los espacios públicos deberían ser una prioridad para una ciudad que pretende forjar su identidad después de más de 30 años de gobiernos sin proyectos a futuro puesto que una ciudad sin espacios públicos es una ciudad sin vida, sin cultura, sin historia (es solo un mercado), sin capacidad de comunicar y relacionar a sus habitantes.

Estamos a un paso de dejar que la cultura se diluya en espacios privados y cerrados y que nuestros niños se queden sin un lugar para jugar.